No hay nada que puedas cantar que no pueda cantarse
Manolo Bellón, el cronista y disc jockey dice, en resumidas cuentas, que lo único que necesita Colombia musicalmente hablando es el amor. Igual que “all you need is love” de los The Beatles. Hablar de sociedad colombiana, para él, es hablar de una sociedad indolente en donde hasta las personas están dañadas profundamente, desde lo espiritual, hasta lo físico y lo mental.
El país enfrentó durante los 50 una guerra civil que en la práctica se denominó como la época de la Violencia. Sin embargo, este conflicto social se presentaba desde mucho antes, incluso, algunos osados manifiestan que eso a lo que Manolo llama sociedad enferma proviene desde la independencia, desde la colonia.
Con el paso de los años, algunos artistas se han comenzado a acercar a la música desde una perspectiva más social y consciente hablando de temas relacionados con la violencia y la paz. La utilización de estas temáticas dentro del lenguaje musical implica que se ayude a las personas a desarrollar distintos tipos de habilidades, como trabajar en equipo, acto que en la cotidianeidad de la convivencia se puede traducir como tolerancia.
Como bien lo dice Manolo, la música hace mejores seres humanos porque tiene el poder de transformar a las personas, especialmente al hablar del final de un proceso de la violencia.
¿Para qué intentar humanizar la guerra?
El rol de la música en la guerra es narrativo y se hace evidente que no humaniza las violaciones a los derechos humanos, porque guerra es guerra y muertos son muertos.
Perdón, ¿es que existen formas de humanizar la guerra? ¿Es que existen formas decentes o indecentes de matar a otro hombre?, decía Manolo profundamente indignado.
La música habla de cosas que interesan, que tocan, que ponen a pensar, que hacen feliz y permiten reflexionar en la tristeza. La música es tan importante como la sangre que corre por las venas de las personas.
Las guerras no deben existir, ¿es que acaso es más decente matar a un soldado con un balazo o con un tatuco? Aquí es donde uno piensa…hola, ¡qué enferma está esta sociedad!
La condolencias sociales ya no nos tocan, pero los sonidos sí. Solo basta con encontrar una forma en la que las melodías lleguen a las personas. Entonces, surge una visión que presenta a la música como producto de las necesidades sociales. Los artistas interpretan lo que hay en el ambiente, lo apropian y transmutan hasta un plano en el que letras sobre la indolencia y el gótico humano provocan un proceso de cambio gradual que persigue la paz.
Hay una idea de que la música crea movimientos, transforma sociedades. No. La música recoge, retransmite y masifica los movimientos. Los compositores. Los artistas, interpretan lo que está en el ambiente y lo dicen de una forma generalmente muy hermosa al ser plasmado en un lenguaje musical.
Hay una serie de situaciones que están en el ambiente y quienes hacen música escogen lo que les toca más profundamente y lo transmiten. En este sentido, la música es un instrumento, es un camino, es medio de comunicación y hace que quien escuche el mensaje reaccione o no respecto a él.
Los jóvenes necesitan despertar de un letargo y comprometerse con valores, con principios, con ética.
